Lugares donde anida la violencia de género

El fotógrafo Oliviero Toscani plasmó la importancia de la educación en esta foto que encabezaba una campaña en contra de la violencia de género en Italia. Fuente: Educación es el camino y la meta

Después de que leáis esta entrada, me atrevo a sugeriros que vayáis a la Fuente (link que cierra este post) y que sigáis un debate que allí se produce; cada cual que saque sus propias conclusiones. Gracias.

CARMEN MAGALLÓN
Mantener vivo el debate sobre la violencia de género no es una moda sino una necesidad acuciante. Si seguimos dando vueltas al problema, sacándolo al ámbito público, tras tantos siglos escondido de puertas para adentro, debatiendo y realizando campañas para tratar de atajarlo, es precisamente por su gravedad insidiosa. ¿Se imaginan la alarma social y los movimientos que se producirían si a estas alturas del año el terrorismo hubiera producido más de 60 muertes? Pues tampoco ante la violencia machista hemos de cejar ni permitir que, por repetida, caiga en
la niebla de la normalidad asumida.

Recientemente, pensando dónde anidan las raíces de un comportamiento que tan persistentemente lleva a algunos a convertirse en asesinos, en la Fundación Isonomía, en Castellón, constatábamos que la violencia directa contra las mujeres, la que maltrata o asesina, es la punta de un iceberg que oculta otras violencias más escondidas, y que pueden estar realimentando la más visible: violencias simbólicas y violencias institucionales. Nos preguntábamos qué consecuencias se derivan de que las instituciones (políticas, económicas, académicas, la organización social…) hubieran sido construidas pensando en un varón que disponía de alguien a quien confiar el cuidado de su cuerpo y de la descendencia. Hoy este esquema chirría. Igual que chirría la relación entre hombres y mujeres porque en mayor medida ellas han cambiado y ellos no, y esa es una chispa que enciende la violencia machista. Las instituciones modeladas según el esquema antiguo chirrían ante la presencia de mujeres que no se adecuan al estereotipo masculino, generando inadecuaciones y violencias que de nuevo recaen sobre ellas.
En un plano aún más profundo, en concepciones y prácticas que alimentan la desconsideración social de las mujeres, anida una violencia simbólica muy potente: en las creencias religiosas que conciben un dios masculino, en los posos que quedan en la ciencia derivados de los prejuicios de género que sesgaron tantas teorías filosóficas y científicas al hablar de la naturaleza de la mujer; en tantas prácticas de indagación sobre el propio mundo, en la producción artística, el cine, el teatro, la televisión, la literatura, en todo lo que llena las mentes de legitimaciones del actual estado de cosas. Por eso arrancar las raíces de la violencia de género no va a ser fácil: queda mucho por desbrozar.
Carmen Magallón es Directora de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz
Fuente: publico.es
Posted on 15:01 by Julio Obeso González and filed under | 0 Comments »

"Los jóvenes piensan que el maltrato es cosa de mayores"

  • La inspectora de Policía Luisa Velasco presenta 'Guía para chicos y chicas, lo que hay que saber sobre la violencia de género'.
  • "Es importante que se identifiquen conductas que pueden degenerar en violencia contra la mujer".
  • La inspectora insiste en que es esencial que los padres estén alerta y hablen con sus hijos para detectar cualquier situación de riesgo.
Luisa Velasco Riego tiene 46 años y lleva más de 25 en el cuerpo de Policía. Licenciada en Psicología por la Universidad de Salamanca es experta en violencia de género y experta en mediación familiar, conceptos que se apresura a diferenciar: "en la violencia de género no existe la posibilidad de mediación familiar". Velasco es la primera mujer que fue inspectora de Policía en Salamanca y este martes presenta 'Guía para chicos y chicas, lo que hay que saber sobre la violencia de género', un manual que parte de su experiencia diaria con víctimas de malos tratos y de su "sensación de falta de acercamiento hacia los jóvenes". "He visto víctimas de violencia de género muy jóvenes", dice.
¿Qué hay que saber sobre la violencia de género?
Con relación a la población, que se identifique conductas que puedan degenerar en violencia contra la mujer para que no se conviertan en algo cotidiano de la relación.
¿Qué tipo de conductas?
En la guía vienen ejemplos: cómo controla el adolescente su relación de pareja a través del móvil, consultando la agenda por si hay nombres masculinos, leyendo los mensajes, preguntando constantemente quién ha llamado, advirtiéndole que no se vista de determinada manera, que no vaya con amigos, en definitiva controlando su forma de vida. No todos los hombres machistas son maltratadores
¿Cuál es el perfil del maltratador?
No hay un perfil. Existen unos indicadores: por ejemplo, un hombre con unas ideas machistas, pero aquí hay que tener mucho cuidado, porque no todos los hombres machistas son maltratadores. Además cuando se ofrece un perfil se corre el riesgo de que mucha gente no reconozca a la pareja y crea que se desmarca del perfil. Lo que sí es importante subrayar es que el hombre maltratador no suele mostrarse agresivo y violento delante de terceras personas. Suele tener una doble fachada. Por eso es común, después de un crimen de violencia de género, oír a los vecinos eso de que parecía una buena persona, muy educado y tal.
¿Y qué me dice de la mujer maltratada?
Tampoco existe un perfil. Quizá ese tipo de mujer para el que existen las medias naranjas,los príncipes azules, que piensan que existe un tipo de hombre complemento ideal de la mujer y que también tienen ellas mismas unas conductas machistas y permisivas.
¿Denuncian más los jóvenes?
No, no lo denuncian, porque no ven las situaciones de maltrato, no consideran que ciertas conductas estén relacionadas con malos tratos, lo ven algo propio de parejas mayores.
¿Qué indicios pueden hacer sospechar a un padre que su hija es víctima de malos tratos?
Los padres tienen que estar muy alerta. Deber vigilar si su hija está más preocupada de lo normal, si recibe un número exagerado de llamadas por parte de su pareja, llamadas controladoras, si protagoniza peleas cotidianas, si se aisla de su grupo de iguales. Por eso hay que estar pendiente y hablar con ella.
¿Cómo se detecta a un adolescente maltratador?
Hay que saber qué concepto tienen de las relaciones y de la mujer. Son sujetos que pueden desvalorizar a la mujer. Aquí también es muy importante que los padres se interesen y hablen con sus hijos. Los padres deben vigilar si su hija está aislada de su grupo
¿Qué le recomienda a los padres de los maltratadores?
Que pidan ayuda. Aquí en Salamanca, la Junta de Castilla y León tiene a disposición de los maltratadores un programa voluntario: Fénix, para aquellos que quieran ayuda. Pero hay que aclarar que los agresores no están ni locos ni enfermos.
¿Cuál es el error más común que comenten las víctimas de malos tratos?
Creerles cuando dicen que van a cambiar, pasar por el ciclo de la violencia, pensar que va a a ser la última vez; pero esa, pero no va a ser la última.
¿Cómo reaccionan los padres cuando descubren que su hija ha sido maltratada por su pareja?
Con sorpresa, algunos sí lo han podido ver con antelación o han detectado algo, pero la mayoría reaccionan con sorpresa. Después todos han denunciado
¿Algún padre se ha negado a denunciar o ha tratado de quitarle importancia?
Algún caso tuve el año pasado, en el que ni la chica ni los padres querían denunciar, y tuvimos que hacerlo nosotros de oficio.

El maltrato en la adolescencia

En el de Estudio para la igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia, elaborado por el Ministerio de Igualdad en colaboración con la Universidad Complutense, los 17 gobiernos autonómicos y el Ministerio de Educación, en el que se entrevistó a 11. 020 estudiantes, con una edad media de 17 años, se destaca que un 13,1% de los chicos dijeron haber situaciones de maltrato en alguna ocasión y un 9,2% de las chicas manifestaron haber sufrido algún tipo de maltrato.
  • Un 35% de los chicos no cree que controlar todo lo que hace la pareja sea una forma de maltrato, un 18,8% tampoco cree que lo sea insultarla.
  • Un 26,2% de las chicas no cree que un control total de la pareja sea maltrato, y un 10,1 % de las chicas no cree que el insulto sea maltrato.
  • Un 12,2% de los jóvenes piensa que para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la contraria al hombre. El 5,8% de las chicas piensa eso.
  • Un 6,8% de los chicos piensa que cuando una mujer es agredida por su marido, algo habrá hecho ella para provocarlo; opinión que comparte el 1,2% de las chicas.
  • Un 22,7% de los chicos piensa que está justificado agredir a alguien que te ha quitado lo que era tuyo, opinión que comparte el 7,2% de las chicas.
  • Un 11,4% de los chicos piensan que está bien que los chicos salgan con muchas chicas, pero no al revés, opinión que comparte el 2,5% de las chicas.
Fuente: 20 minutos.es
Posted on 14:41 by Julio Obeso González and filed under | 0 Comments »

ELOGIO A LA MUJER BRAVA, DE HECTOR ABAD.

Elogio a la mujer brava .

Por Héctor Abad

Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.
A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido.Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.
¡Vamos hombres, por esas mujeres bravas!
Oro por que mi HIJA sean de éste maravilloso grupo y encuentren hombres que sepan apreciar a esta clase de nuevas mujeres !!!

Sobre Héctor Abad:

Héctor Abad nació en Medellín, Colombia, en 1958. Cursó estudios de medicina, filosofía y periodismo, todos inconclusos. Tras vivir en México, marchó a Italia, licenciándose en Lengua y Literatura Modernas. Vuelto a Colombia, su padre (médico defensor de derechos humanos y fundador de la que ahora es la Facultad de Medicina) fue asesinado por un grupo paramilitar, y él, amenazado de muerte, por lo que marchó primero a España y luego a Italia, donde estuvo cinco años siendo profesor de Español en la Universidad de Verona. De vuelta a su país, fue director y editor de la Revista Universidad de Antioquia. Trabaja como traductor y crítico literario, y colabora con periódicos tales como Cambio y El Malpensante, residiendo actualmente en Bogotá.

Posted on 10:35 by ELTALLER DE CHARO ACERA. and filed under , | 0 Comments »