PERDIDA...

Así llegó mi alma a estar perdida
Sin querer, temiendo tu presencia
Y entre crueles señales perseguida
Con terribles cicatrices de violencia.

Convertido en mi mortal dolencia
Reabres a zarpazos esta herida
Y en álgido combate de indolencia
Soy de ti, más que tu amor, ya tu cautiva.

Eterno y permanente es mi castigo
Buscando los motivos al tormento
De amarte y no poder estar contigo.

Ya sólo en el sepulcro hallo contento
Envuelta de gusanos en su abrigo
Para romper de este amor, mi juramento.
Posted on 7:22 by Mari Carmen Navarro Ruiz and filed under | 5 Comments »