AYATOLÁ ASIF MOHSENI AUTOR DE LA POLÉMICA LEY DE FAMILIA AFGANA



«Si fuéramos iguales, las mujeres tendrían que pagar a sus maridos»
Defiende el derecho del hombre a mantener relaciones sexuales con su esposa cuando quiera porque le da «todo lo que necesita»


Dirige la madrasa del Jatamolnadin en Kabul y en esta escuela coránica redactó la Ley de Familia chií que ha vuelto a colocar la situación de la mujer en Afganistán en el punto de mira de la comunidad internacional. Veterano de la 'yihad' contra los soviéticos y formado en las ciudades santas de Nayaf (Irak) y Qom (Irán), es el gran líder espiritual de esta secta en el país y lamenta que Occidente no envíe a un «verdadero comité de expertos para explicarles el texto». «Todo este escándalo se basa sólo en rumores porque nadie ha leído la ley», señala mientras repasa los artículos que preparó hace dos años y que estos días defiende con fiereza.
-¿Qué le parece que su normativa sea conocida en Occidente como la 'ley talibán'?
-Muestra el desconocimiento absoluto del texto porque se trata de una ley más avanzada que las occidentales. ¿Piensa alguien que con los talibanes las mujeres podían estudiar o trabajar? Es absurdo.
-¿Por qué es más avanzada?
-Establece unos derechos para la mujer que no existen en otro lugar del mundo, ya que obliga al marido a compensar económicamente a su esposa por amamantar a los hijos o hacer las labores domésticas. Se establece también una dote mínima de mil dólares (766 euros) y se obliga al marido a proveer casa, ropa y comida a su mujer. Si ella se pone enferma, él correrá con todos los gastos de su recuperación y, si se trata de un hombre rico, deberá además contratar a un trabajador doméstico y ponerlo a su servicio. ¿Les pagan a las mujeres por todas estas cosas en su país?
Frecuencia «normal»
-Los detractores opinan que vulnera el principio de igualdad entre sexos.
-Es cierto, este texto es un claro beneficio para ellas porque si fuéramos iguales también les tocaría tener que pagar a sus maridos.
-Uno de los artículos más polémicos de la ley reza que «la mujer debe acceder a los deseos sexuales del hombre».
-Así lo establece el Corán, no yo. Lo único que he hecho es trasladar la sagrada escritura a la ley al cien por cien. Yo no acepto la tradición, esto es sharia. En Occidente una mujer y un hombre pueden tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, pero el Islam no lo permite. Aquí, si los dos cónyuges quieren sexo, no hay problema, pero si el que lo demanda es el hombre la mujer debe aceptar a no ser que esté con el período, de peregrinación a la Meca o embarazada. Si muere alguno de sus familiares o está enferma, también puede negarse. La ley utiliza la palabra «normal» para definir las relaciones sexuales, ni todos los días, ni demasiado espaciadas, simplemente con una frecuencia «normal».
-¿Y si, pese a lo establecido en la ley, ella se niega?
-El hombre tiene el derecho de dejar de pagarle. En nuestra sociedad el hombre le da todo lo necesario a su esposa y a cambio tiene derecho a mantener relaciones sexuales, ¿no le parece justo?
-¿Puede ella salir de casa sin el permiso del hombre?
-Claro que puede, sólo tiene que incluirlo como cláusula en el contrato de matrimonio.
-En el texto original usted recogió la figura del matrimonio temporal que en la ley final ha desaparecido. ¿Piensa que tendrá algún efecto esta ilegalización en la práctica?
-Ninguno. Somos chiís y creemos en esta forma de unión temporal. Por mucho que la ley lo desautorice, lo primero es la religión y el 'ziga' seguirá existiendo.
-¿Podrá superar Karzai la presión internacional en este asunto?
-Un alto diplomático americano me visitó ayer y me aseguró que no tocarían una coma porque se trata de un asunto interno. Pero si Karzai cambia la ley, estará actuando en contra del Corán.


FUENTE: ELCOMERCIODIGITAL.COM
Posted on 14:31 by Julio Obeso González and filed under | 6 Comments »

Reconoce el pisoteo viscoso
Que horada el suelo
En la escalera carcomida
De quejidos
Mientras llega su monstruosidad
En forma de zancada
Con ansia de estrujar
La llave
El peldaño
La entrada
La estancia
Los brazos pobres brazos mutilados
Los brazos el cuello las costillas
Doblegadas al miedo

Pesa la vida cada día
Camino de mil muertes
Mil calvarios gratuitos

Y las horas son rosarios mudos
Oraciones a un Dios que nada escucha.
Posted on 14:23 by E. Martí and filed under | 3 Comments »