Condenado (Mónica Angelino)


Cala hasta el fondo del árbol


hasta donde los gorriones hacen nido


allí


la mano rastrera del monstruo


escarba con su aguijón de bilis


y se retuerce


contra su retorcido corazón de escamas purulentas


ELLA


PUEDE RETORNAR DE LA SANGRE MANCILLADA


el monstruo


jamás saldrá indemne de su laberinto.

Posted on 5:08 by Mónica Angelino and filed under | 4 Comments »

4 comentarios:

E. Martí dijo... @ 11 de enero de 2009, 7:09

Ojalá tus deseos se hagan realidad y entre todos acabemos con el monstruo maldito.
Un abrazo
Esmeralda

Antonio Martínez i Ferrer dijo... @ 11 de enero de 2009, 10:25

Estimada Mónica, hermoso e impactante poema.

Saludos, Antonio.

Ana María Espinosa dijo... @ 12 de enero de 2009, 4:50

Toda la esperanza y toda la crueldad se abrazan en tus versos
con fuerza, con niebla y luz a un tiempo.

Julio Obeso González dijo... @ 18 de enero de 2009, 5:24

El daño es un hábil francotirador pero la sangre es más elocuente. Los monstruos no salen a la luz del día. Su labor de ogros se practica entre paredes, en lo oscuro de la cueva. Cultivan plantas de interior que el horror riega; pálidas flores son sus trofeos.
¡Adelante, Mónica, contigo estamos!
Besos (a los dos)
Julio

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