Lo invisible

Lo invisible cuesta creerlo, pero no es el caso. Hay huellas, colores que no deberían estar ahí, no en ese rostro. Hay gafas de sol cuando es invierno y llueve, escaleras que se hacen resbalo al caer la noche y pañuelos al cuello que no cubren la garganta. Hay labios como capullos que despiden el vuelo de la crisálida; deshilachados, inservibles para alzar una palabra de adiós. Hay puertas que al cerrarse quisieran tener rodillas, porque creen en dios y necesitan orar que el alcohol de hoy sea de sueño, adentro. Hay madrugadas que los periódicos no quieren contar. 
Bis veo: ¿qué ves tú?
Posted on 19:03 by Julio Obeso González and filed under | 1 Comments »