Pero A Ellos… ¡A Ellos Ni Te Acerques…! (Un poema de Noe Domínguez)




No utilices el terror de su mirada
para acallar con él la desesperación
si alguna vez claman a gritos
esas garras que una madre
guarda dentro de su vientre.

Ellos son carne de mi carne
aunque sólo sean para ti
sangre de tu lujuria
y fruto de tu desenfreno.

¡Déjalos,
a ellos, ni te acerques!

Hunde en mí tus aguijones,
que a fuerza de tanto veneno
clavado a fuego en mi inocencia,
se han vuelto inmunes a tu furia
las lágrimas de mi desaliento.

¡Pero a ellos…
a ellos, ni te acerques!

Pues no hay ponzoña que marchite
el amor que siento dentro
al calor de sus sonrisas.
Posted on 13:12 by Julio Obeso González and filed under | 4 Comments »