PERDIDA...
Así
llegó mi alma a estar perdida
Sin
querer, temiendo tu presencia
Y
entre crueles señales perseguida
Con
terribles cicatrices de violencia.
Convertido
en mi mortal dolencia
Reabres
a zarpazos esta herida
Y en
álgido combate de indolencia
Soy
de ti, más que tu amor, ya tu cautiva.
Eterno
y permanente es mi castigo
Buscando
los motivos al tormento
De
amarte y no poder estar contigo.
Ya
sólo en el sepulcro hallo contento
Envuelta
de gusanos en su abrigo
Para
romper de este amor, mi juramento.