Condenado (Mónica Angelino)
Cala hasta el fondo del árbol
hasta donde los gorriones hacen nido
allí
la mano rastrera del monstruo
escarba con su aguijón de bilis
y se retuerce
contra su retorcido corazón de escamas purulentas
ELLA
PUEDE RETORNAR DE LA SANGRE MANCILLADA
el monstruo
jamás saldrá indemne de su laberinto.