domingo, 12 de diciembre de 2010

MOMENTOS.

Y, en un cruce de palabras, surgió un destello,
le preguntó:
¿con quién tengo que hablar?
y al momento, sus sueños salían por su boca enlazados, con ideas estupendas que, no estaban escritas , ni desarrolladas, ni tan siquiera pensadas, solo eran pañuelos de colores atados por una punta, que, como por arte de magia, salían de su boca y se extendían ante él, que con los ojos muy abiertos recogía ordenadamente los pañuelos, los doblaba y los colocaba con interés, con su cabeza asintiendo, ¡magnífico proyecto!, ¡magnífico proyecto!.
Cuando terminó la exposiciónsinció un mareo como los del vertigo y un gran nudo en el estómago, un gran vacío.
¿Y ahora qué?
Ahora a esperar...

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