RAZONES.
Cuando empecé a pintar este cuadro, sentía una enorme opresión en mí, hice un repaso a mi vida, a mi educación y poco a poco fui reflejando en él, como me sentía y las cosas que estaban provocando ese estado. “El Paraguas Rojo”, fue un símbolo para expresar la gran carga, llevada con tiento y equilibrio; esa que nos van imponiendo desde pequeña, se buena, honrada, responsable, buena madre, buena esposa, callada y HUMILDE; más las que te impones tu, MUJER, capaz de todo, trabajadora en casa, organizada, limpia, la mejor madre, la mejor esposa, aunque se te atraganten cosas; la mejor profesional, aunque revientes de puro cansancio; la mejor amiga,… Por eso el paraguas llega al suelo, es tan grande que tienes que sujétalo con las dos manos.
Tus hijos se hacen grandes, van a su bola y a sus intereses, lo normal y para ellos eres su madre, pero no te ven. Para tu marido eres la esposa, la de siempre, y deja de verte. Y tú, estás tan dedicada a todo, para llegar a final de mes, para que no les falte de nada a los niños, a él para que no haya broncas, que empiezas a sentirte invisible.
Y para colmo de males, como en el camino has perdido la autoestima y la personalidad, aparece el olvido, ni siquiera sabes lo que te gusta y solo sabes caminar dando un pasito detrás de otro sin salirte de la línea marcada, haciendo equilibrios para que nada se altere.
Mis mujeres de Paraguas Rojo, todas tienen un problema para resolver que es mirarse a sí mismas y descubrirse poco a poco para volver a encontrarse.
A veces es muy difícil porque nadie quiere perder en este empeño ninguna posición ganada y una se encuentra con la realidad y es tan dura como una gran bofetada, la desorientación es tremendamente poderosa y la caída al más profundo abismo; pero, os puedo asegurar: qué se sale, porque existe en lo más profundo de tu ser un “Yo” con esperanza, y hay algo que te dice que está aquí por alguna razón y cuando te despiertas , es el momento de empezar a caminar y encontrarse y encontrar esa maravillosa razón de vivir y ser tu misma.
Charo Acera.
2 comentarios:
Paso a paso, como una letanía que ha de ser repetida para que llegue a ser escuchada, a tener cuerpo; vas desgranando con sinceridad, íntimamente, los trazos que aún destacan más la belleza de tu obra. Belleza (¿como casi todo lo hermoso?) no exenta de dolor.
Un día escuché a Gamoneda decir que "el horror es poético, bello" entonces no estaba preparado para entenderlo; ahora sé que es así. A pesar de la herida, del daño, de que la imagen represente lo atroz, por esa paradoja que sólo se da en la creación, un cuadro puede representar una crucifixión y ser bello,a una mujer con su paraguas rojo de cansancio, rojo olvido, rojo invisibilidad y ser hermoso.
Gracias por compartir tu obra Charo, gracias por explicar esas motivaciones. Este mundo que hoy nos toca vivir, necesita tu desnudez de juncos y pinceles.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias, tengo más que iré poniendolas poco a poco.
Publicar un comentario