Las relaciones de violencia no acaban con la denuncia, con
la orden de protección, ni tan siquiera, con el posible ingreso en prisión del
agresor. Alejar al agresor es solo un comienzo, imprescindible, por otra parte,
pero no suficiente.
Es necesario trabajar con la víctima. Realizar una
reestructuración del concepto de pareja y de relación. Si este proceso no se
lleva a cabo, la historia de violencia continúa, quizá no con ese agresor, pero
es muy probable que con otro; otro hombre que la trate de la misma forma que el
anterior, que a ella le permita comportarse como ha aprendido que debía
hacerlo, bajo la sumisión y el miedo. No es fácil reaprender lo que es el cariño,
o lo que son las formas saludables de relación, y, menos aún, en una sociedad
en la que los celos siguen considerándose “una muestra de amor”, y que de forma
natural tiende a descargar de responsabilidad a los agresores.
En este caso lo vemos una vez más, según se ha recogido por
algún medio de comunicación: el casero de la pareja afirma que el agresor tenía
“depresión y no estaba muy bien de la cabeza”, por lo que no parecía muy
sorprendido con lo ocurrido. Depresión, consumo de alcohol u otras sustancias...
A menudo, aparecen argumentos que liberan al agresor de su responsabilidad y
ponen el peso de la culpa en las circunstancias del hecho o, lo que es peor,
sobre la propia mujer. Parece que se nos olvida que no son ellas las que
mueren, son ellos quienes acaban con sus vidas.
Desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a
Mujeres condenamos este nuevo asesinato y hacemos un llamamiento sobre la
importancia de que las terapias psicológicas especializadas cobren una mayor
relevancia en la intervención con mujeres víctimas de la violencia de género,
como medio para evitar la repetición de patrones propios de este tipo de
violencia y en la valoración del riesgo de la víctima. Siendo para ello
imprescindible reforzar los medios y recursos con los que cuentan las entidades
destinadas a la intervención con mujeres víctimas de violencia de género.
En Madrid, la Comisión para la investigación de Malos Tratos
a Mujeres cuenta con un centro especializado que proporciona apoyo psicológico
gratuito a las mujeres víctimas de malos tratos y a sus hijos e hijas, al que
se puede acceder a través del teléfono gratuito de información 900 100 009.
Fuente: Diario El
País (es) 14 NOV 2013 - 21:45 CET
Diario de un maltrato en una residencia.
ResponderEliminarhttp://maltratoalanciano.blogspot.com.es/
excelente texto
ResponderEliminarEl abuso verbal rs otra forma de abuso y estan comun que a veces pensamos que no lo es