No utilices el terror de
su mirada
para acallar con él la
desesperación
si alguna vez claman a
gritos
esas garras que una
madre
guarda dentro de su
vientre.
Ellos son carne de mi
carne
aunque sólo sean para ti
sangre de tu lujuria
y fruto de tu
desenfreno.
¡Déjalos,
a ellos, ni te acerques!
Hunde en mí tus
aguijones,
que a fuerza de tanto
veneno
clavado a fuego en mi
inocencia,
se han vuelto inmunes a
tu furia
las lágrimas de mi
desaliento.
¡Pero a ellos…
a ellos, ni te acerques!
Pues no hay ponzoña que
marchite
el amor que siento
dentro
al calor de sus
sonrisas.
Cada verso desgarra por su dramatismo verídico, se palpa, se siente,se vive...
ResponderEliminarEs muy impactante. No sé decir más.
Sólo que sigo soñando con un mundo en paz.
ABRAZOS A TODOS.
Un gran poema que estremece. Muy bueno! Un abrazo.
ResponderEliminar¡a ellos ni te acerques!
ResponderEliminarCuantas veces vemos que desgraciadamente, y en la màs profunda pèrdia de la autoestima, algunas madres -por suerte las menos- son solapadoras de los desmanes del hombre que vive bajo su propio techo, haciendose sordas y ciegas a lo que bien saben sucede...desgarradores versos
felicitaciones
una pregunta, yo estoy siendo acosado por una mujer, tiene un blog y entra al tuyo, no deja de mandarme mensajes oscenos, la rechace porque yo soy un hombre casado y fiel, ella no lo entiende o no quiere entenderlo ¿que puedo hacer?
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