Los hombres no debemos considerar este horror como un problema de las mujeres. Todos debemos implicarnos, denunciando, dando la cara,apoyando. Ellas solas no pueden.
Qué verguenza y qué pena! tanto allí que se justifica abiertamente el maltrato o en otras sociedades más occidentales que se promueve a escondidas.
Qué verguenza y qué pena! tanto allí que se justifica abiertamente el maltrato o en otras sociedades más occidentales que se promueve a escondidas.
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