Los hombres no debemos considerar este horror como un problema de las mujeres. Todos debemos implicarnos, denunciando, dando la cara,apoyando. Ellas solas no pueden.
jueves, 2 de julio de 2009
Del dolor a la paz
Quizá no muchos compartan la espiritualidad a través del cristianismo, sin embargo, mi experiencia personal fue de sanación y restauración, desde que me acerqué a Cristo. Lo "conocí" mientras me encontraba interna en una clínica de reposo, como consecuencia de una depresión sumamente peligrosa para mi y mis hijos. Viví una relación caótica llena de humillación sexual, emocional y psicológica, donde sufría maltrato físico también. Pensaba que lo amaba, pensaba que quedarme a su lado a pesar de todo lo haría buscar una luz para redimirse, para desear tener una vida mejor y mas saludable. No sospechaba lo duro que es para un adicto dejar atrás su enfermedad. En el torbellino que viví durante dos años, trataba de parchar con los pocos instantes felices el sin número de momentos dolorosos; olvidé mis sueños y aspiraciones y mis propias metas, y me dediqué a vivir por el y para el. Incluso descuide a mi hijo, (Dios me perdone por eso), buscando incesantemente que me ame, sin comprender que su enfermedad es egoista y que no puede amar a nadie. En la clínica, tuve la oportunidad de "desintoxicarme" de su presencia, de mi necesidad de salvarlo, de mis falsas ilusiones de que podía tener un hogar con el. Y me enfrenté a mi misma, con todos mis defectos y dolores, con mis traumas infantiles y mis carencias, pero tambien descubrí las cosas valiosas que podia desarrollar en mi, me permití amarme, sin buscar ese amor fuera de mi. Despues de 6 semanas, salí decidida a VIVIR. Abracé a mis hijos fuertemente, me juré jamás volver a dejarlos de lado, y darles una vida estable. Hoy trabajo para una clínica de rehabilitación de adictos, donde veo a diario realidades muy dolorosas y situaciones muy tristes, lo que me permite reforzar mis decisiones, valorar de donde me sacó Dios, y poner un granito de arena de esperanza a otras personas que pasan por lo que yo pasé. Además ayudo en la cordinación de un nuevo grupo CODA en mi ciudad, donde mujeres extraordinarias, pero muy confundidas, aprendemos a querernos y a entender que "Si me pega, si me insulta, si me humilla, NO ME QUIERE".
Es hermoso lo que has escrito. Te felicito por haber salido adelante.
ResponderEliminarSaludos
Clara
Mil gracias, Clara... Mi victoria es un pequeño grano de sal que pretende impulsar a otras a decir BASTA....
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