domingo, 11 de enero de 2009

Condenado (Mónica Angelino)


Cala hasta el fondo del árbol


hasta donde los gorriones hacen nido


allí


la mano rastrera del monstruo


escarba con su aguijón de bilis


y se retuerce


contra su retorcido corazón de escamas purulentas


ELLA


PUEDE RETORNAR DE LA SANGRE MANCILLADA


el monstruo


jamás saldrá indemne de su laberinto.

4 comentarios:

  1. Ojalá tus deseos se hagan realidad y entre todos acabemos con el monstruo maldito.
    Un abrazo
    Esmeralda

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  2. Estimada Mónica, hermoso e impactante poema.

    Saludos, Antonio.

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  3. Toda la esperanza y toda la crueldad se abrazan en tus versos
    con fuerza, con niebla y luz a un tiempo.

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  4. El daño es un hábil francotirador pero la sangre es más elocuente. Los monstruos no salen a la luz del día. Su labor de ogros se practica entre paredes, en lo oscuro de la cueva. Cultivan plantas de interior que el horror riega; pálidas flores son sus trofeos.
    ¡Adelante, Mónica, contigo estamos!
    Besos (a los dos)
    Julio

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