MALDITAS ZAPATILLAS
Hoy saldrá de la cárcel.
Discretamente.
Sin oír mis gritos de impotencia.
Ni los “No, no, no” de aquella noche.
Saldrá despacio. Con las mismas zapatillas
que embarraron mis sueños.
Llevará todavía mi piel
en los pliegues de sus uñas.
Como llevo su aliento
incrustado en la rabia.
Caminará
y debajo de cada paso
habrá una mujer aplastada.
Paseará
con las manos en los bolsillos
ahogando respiraciones en sus puños.
Mirará al cielo,
escuchará los pájaros,
y pisará el césped
con las mismas zapatillas que llevaba aquella noche.
Jesús Ge